sábado, 2 de enero de 2010

POSISIONES SEXUALES


MISIONERO:
Él sobre ella. Se le llamó así porque los misioneros consideraron en un tiempo que era la única natural y valedera. El hombre se recuesta sobre la mujer apoyando su peso sobre los brazos, codos o rodillas. Si se quiere lograr una penetración más profunda, puede colocarse una almohada debajo de las nalgas de la mujer. Permite besarse en los labios, y aumenta la sensación de intimidad. Si la mujer coloca sus piernas entre las de él, podrá presionar los muslos cuando lo desee. Esta postura se llama Touluse, una variación de la del Misionero. No es indicado para hombres con sobrepeso.


LA CARRETILLA:
Al borde de la cama y con los antebrazos apoyados, la mujer se dispone a ser "levantada" de las piernas por el hombre, quien de pie detrás de ella, la penetra sosteniéndola de los muslos. El estímulo y el placer se concentran en los genitales de ambos, pero es el hombre quien lleva el ritmo atrayendo el cuerpo de ella hacia el suyo. La variedad de movimientos y sensaciones que permite la postura es asombrosa: circulares, ascendentes y descendentes, con las piernas de ella más cerradas o bien abiertas.


LA POSESION:
Las piernas se entrelazan en esta postura sensual y placentera, donde la mujer permanece acostada y con las piernas abiertas esperando que su compañero la penetre sentado y tomándola de los hombros para regular el movimiento. El pene entra y sale desviando su movimiento hacia abajo, ya que la altura del vientre de la mujer queda levemente más arriba que la del hombre.

LA BUTACA: Recostado sobre una almohada o almohadón confortable, el hombre se sienta con las piernas flexionadas y un poco abiertas. Esta posición permite la postura que consiste en que ella se siente cómodamente en el espacio que él forma con su cuerpo. Con la ayuda de sus manos, el hombre acomoda a su compañera en su erección, controlando ambos el ritmo y la intensidad de la penetración. Las piernas de ella se apoyan suavemente en los hombros del hombre, quien tiene su cabeza atrapada y envuelta en los muslos de su compañera. El hombre puede tocar el clítoris de ella al tiempo que la sostiene de la cintura con fuerza. La dificultad que reside en acercar los rostros y lo osado de la propuesta, convierten a "La butaca" en una postura diferente y extremadamente sensual.

SOMETIDO:
El hombre se acuesta cómodamente entregando su placer a la voluntad de su compañera. Aprovechar este juego de sometimiento masculino puede ser un estimulante total para ambos: el encuentro puede empezar con caricias y besos de ella a él, que permanece siempre en la misma posición, para terminar en la penetración profunda que permite la posición, donde ella se coloca de espaldas y controla los movimientos ayudándose de los brazos. Muy erótico para el hombre resulta que ella asome su rostro por sobre su hombro. Además, el hombre tiene un fácil acceso al ano y los glúteos de su compañera, quien puede disminuir la velocidad de los movimientos para disfrutar del estímulo anal o de que su pareja toque sus pechos.

LA PROFUNDA:
Esta es una posición de penetración total, de allí su nombre. Con las piernas elevadas y abiertas, ella aguarda a que su compañero introduzca el pene en su vagina para calzar sus piernas en los hombros de él, que apoyará sus manos para regular el movimiento. A muchas mujeres puede parecerles complicada, incómoda o dolorosa la visualización de esta postura, pero vale la pena probarla porque ofrece la penetración absoluta y un contacto genital único: los testículos se posan suavemente entre los glúteos y el clítoris se encuentra presionado por la abertura de las piernas. La dificultad para besarse y la distancia de los rostros pueden ser ampliamente excitantes para ambos.



EL JINETE:

El hombre se acuesta bocarriba, mientras que su compañera se arrodilla por encima de él, rodeando las piernas del hombre con las suyas. La mujer controla la amplitud de los movimientos, tanto verticales como horizontales, para aumentar las sensaciones en el clítoris y las paredes vaginales o para que el hombre pueda alcanzar el orgasmo más rápidamente.



UNION DE TIGRE:
Partiendo de la postura del misionero, la mujer aproxima las piernas hacia su torso. Si quiere variar las sensaciones y la profundidad de la penetración, lo único que tiene que hacer es cambiar el ángulo de inclinación de las piernas. También puede apoyarse en las nalgas de su compañero, para así aumentar la presión de la pelvis.

1 comentario:

Chaparra..!! dijo...

jajajaja weee tee acen falthaa masz..!! echelee enjundiiaa i iacuerdhesee de cualesz a echoO jaja noO zee creaaa compillaaa inchee menzaa..!! noO mamesz qee recuerdhosz eeee tee extrañoO mendiigaaaa aver qee diia nosz vemosz chikiithaa baby jaja biien nacaa ioO jajaj
no ponleee masz posicionesz padresz..!!